Nunca me enfado por lo que la gente me pide, sino por lo que me niega.

Hoy me di cuenta nuevamente de que no sirvo para pedir cosas, no puedo, "me da cosa" pedir un favor a otro y esperar que lo haga por mi. Es una situación que me pone muy incómodo y no es fácil sobrellevarla. Desde pedir a un amigo que me lleve en su auto hasta mi casa, hasta pedirle plata a mis papás para salir o para vacacionar. Siento que estoy "abusando" de confianza al pedir esas cosas y no me gusta hacerlo. Es obvio que sí pido alguna que otra explicación cuando no entiendo las cosas y acepto las ayudas de los demás, pero a veces me da cosa pedir.
Un día le pedí a un profesor si podía hacer un examen "recuperatorio" para ver si podía sacar más nota y promocionar la materia; el profesor me hizo toda una historia, que lo iba a consultar y qué se yo. Dios! No te estoy pidiendo que me regales nada, estoy pidiéndote que me dejes estudiar más para mejorar. ¡Qué idiota!
El otro día hablaba con mis papás y les dije que me daba vergüenza pedirles plata para ir de vacaciones con mis amigos, pero que si no les pedía, no iba a poder ir. Obviamente que me dieron todo lo que necesitaba y me dijeron que no sea así, que mirá si no les voy a pedir las cosas que me hacen falta.
Lo mismo hago cuando me falta algo de ropa u alguna otra cosa, jamás les pido.
Con mis abuelos pasa lo mismo, tienen que insistirme en mis cumpleaños para que les diga qué pueden regalarme.
Hoy tenía que inflar las gomas de mi bicicleta y fui en busca de una estación de servicio. Usé el "disculpe", el "gracias" y toda mi amabilidad para pedir por inflar las gomas; pero.. ¿Qué necesidad de mirarme con semejante cara de orto? Te pedí aire, nada más, y, en todo caso, si esa fuera tu molestia, no lo pagás vos, lo paga la estación de servicio. La puta que te parió, ¿Por qué ese maltrato visual y despectivo? ¿Acaso tengo que tener buen culo, 2 tetas y pelo largo para que me atiendas bien? Gordo y la puta que te parió. En fin, gracias porque inflé las gomas, pero perdete el mal carácter en el orto.

No sé por qué será todo esto, pero resulta que me es incómodo pedir cosas, favores. Nunca sabés como van a responder a tu pedido, con qué cara te van a mirar. Y ojo, esto no es porque no quiero que me lo pidan a mi, ¡Al contrario! Amo que me pidan favores, ayuda, cosas en las que pueda serles útil. Me encanta poder ayudar, hacer algo por alguien. Me reconforta, me hace bien a mi también.

Ojalá algunos puedan "cambiar un poquito" y pensar de esa forma que, creo, que es un poco más sana.

"Nunca me enfado por lo que la gente me pide, sino por lo que me niega." (Antonio Cánovas del Castillo)

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