De un estudiante universitario, al mundo que nos rodea.

Queridos papás, mamás, abuelos, amigos no universitarios, gente trabajadora, vecinos, conocidos de secundaria, parientes lejanos, kioskeros, preguntones en general:
¿Tanto cambió la universidad en los últimos 10 años? ¿Cómo es posible que tengas que explicar una y otra vez cómo funciona todo si ellos ya fueron? 4 palabras: cursar, regularizar, promocionar, rendir. ¿Tan difícil es? Me enferma tener que explicar eso cada vez; hasta inclusive me pasa con otros amigos que estudian otras carreras. ¿Tan distintos son esos institutos privados? ¡Dios! Bueno, acá va un pequeño instructivo con consejos de las cosas que no tienen que hacer:
Para comenzar, es un error garrafal preguntarle a un estudiante cómo le está yendo, y más en pleno verano. "¿En qué año estás?" es la pregunta más estúpida que podés hacerle a un universitario; (yo no puedo quejarme, pero) son muy pocos los que realmente hace 3 años que están estudiando y van en tercer año, es muy difícil decir que hacés todo en ese año que corresponde. Nunca van a entender que existen correlatividades, leyes, impedimentos que hacen que todo se complique (y ni hablar de salidas, boludeos, y cosas de la vida cotidiana).  De noviembre a marzo son los meses en los que los estudiantes se preparan para rendir materias, y esta con la cabeza quemada porque ya pasó un año entero, y no da más, y sigue estudiando a ver si puede rendir bien, y créanme que es insoportable escuchar "¿Cómo te está yendo?" o, mucho peor, "¿Cuántas te faltan? ¿Es la última?". ¡Aiii Dios! No existen las últimas. Nunca. Siempre hay algo más que hacer, algo más que rendir. Siempre algo queda. Nunca se termina, siempre hay que seguir estudiando.
Otra de las cosas que nunca van a entender, es cómo manejamos los tiempos los estudiantes. Cuánto tiempo es suficiente y cuánto es poco, sólo nosotros lo sabemos. Cuándo presentarnos y cuándo no, lo manejamos según sabemos o no. No es que no queremos estudiar o "nos relajamos", es que no llegamos bien y preferimos asegurar y rendir bien, antes de comernos otro 2 en la libreta.
Y a la hora de los exámenes, no hay consuelo que nos vaya a dejar tranquilos. Sólo nosotros sabemos cuánto dimos y cuánto no a la hora de estudiar. Me enferman los "No importa, la próxima" o, mucho peor, "y si no estudiaste nada, vivís de joda". A ver, a ver, ¿Qué mierda saben ustedes? La puta madre que los parió. Métanse los "no importa" en el orto. sí importa, y mucho. Cuando nos sentimos decepcionados por nosotros mismos, nada, pero nada, nos va a sacar de ese pozo, a excepción de una remontada en el estudio. Así que no insistan con consuelos estúpidos, limítense a escucharnos cuando queremos y a no hablarnos cuando estamos en ese momento; se lo vamos a agradecer mucho.
En resumen, entiendo su buena onda de querer saber y dar una palabra de aliento (o su falsedad para sacar temas de conversación), pero ahórrenselo o conformense con un "sí" o un "no" o un "más o menos" o un "bien" y ya. Esta época del estudiante es muy complicada, es cuando sigue cayendo, pero comienza a levantarse sólo ya darse cuenta cuánto cuestan las cosas, y aprende y se forma para la vida adulta. Así que, les ruego, no pregunten tanto.
Gracias por intentar entendernos, se lo agradecemos nosotros, los estudiantes universtarios.

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