Secuelas de una noche de alcohol.

Volviendo a casa, aproximadamente a las 8 am..

Amaneciendo.

Bueno, acá va una de mis tantas ocurrencias; un vídeo de una de mis mañanas...

Ideals of Life







"Trabaja por una causa, no para el aplauso. Vive la vida para expresar, no para impresionar. No te esfuerces por hacer que tu presencia sea notada, sólo haz que tu ausencia sea sentida."

No vivas para que tu presencia se note, si no para que tu ausencia se sienta.

Hoy tuve una fuerte discusión con mi hermana, persona con la cual convivo, y ella rompió en llanto pidiéndome a gritos un poco de afecto. Fue rarísimo porque, al parecer, se acordó de que ella también tiene corazón. Sé que suena un poco duro la forma en que lo digo, pero esto viene de hace mucho.

Resulta que, en mi casa, siempre fui la persona afectuosa, alegre, el 'rompe bolas', el alegre, el optimista que quieren que estén bien, el que no le importa parecer un boludo con tal de que ellos sonrían; ese, sí, ESE, soy yo. Hace desde principio de año que vivimos sólos mi hermana y yo, y ella, lejos de ser como yo, con un carácter de mierda, siempre me tiró los ánimos por el piso. Hace un mes más o menos que cambié; decidí vivir para mi, que no me importe más lo que ella haga o deje de hacer, no darle bola, que haga su vida, yo hago la mía. Seco, bien seco de sentimientos; sin muchas demostraciones ni muchos saludos, sin compartir canciones, nada. Yo acá, y ella allá, pero viviendo en la misma casa. Me cansé de obtener 'malos' resultados así que implementé esta especie de 'huelga de afectos'.

Hoy discutimos, y entre reclamos de quehaceres de la casa que no fueron cumplidos, y alguna que otra puteada, ella explotó y se quejó por mi falta de afecto y por mi indiferencia. 

Al parecer, antes no hacía las cosas tan mal, pero nadie las valoraba. Y citando la frase de Bob Marley: "No vivas para que tu presencia se note, si no para que tu ausencia se sienta.", les digo que me doy cuenta de que yo estaba haciendo eso, y de que, al parecer, no era tan malo lo que yo hacía antes, simplemente, no era valorado como yo esperaba. Pero ahora me doy cuenta de que aunque no me lo digan, les hace falta.

Atando cabos sueltos.

Hace unos días estaba leyendo un volante publicitario -no me acuerdo de qué exactamente- y llevaba la frase que publiqué hace unos días:

"Quise cambiar el mundo, y nada cambió. Cambié yo, y cambió todo."

Obviamente, me dejó muy pensativo y me hizo ver muchas cosas (que eran ciertas) que yo por ahí no lograba 'explicarme', y era la frase que lo aclaraba todo. Esto me hizo acordar a otra frase que, en su momento, también me hizo pensar mucho y nunca la olvidé...

Un día, leía un libro de economía, y entre mercados, el Estado y las economías modernas, el libro citaba a Adam Smith, que en su libro "Las riquezas de las naciones", decía:

“Todo individuo trata de emplear su capital de tal forma que su producto tenga el mayor valor posible. Generalmente, ni pretende promover el interés público ni sabe cuando lo está haciendo. Lo único que busca es su propia seguridad, su propio provecho. Y al hacerlo, una mano invisible le lleva a promover un fin que no estaba en sus intenciones. Al buscar su propio interés, a menudo promueve el de la sociedad más eficazmente que si realmente pretendiera promoverlo.”

Más allá de que Adam Smith lo decía con fines de entender 'la mano invisible' de los mercados en la economía, yo lo relacioné con la vida real, y sí, ¡Es muy cierto!

Por otro lado, unas semanas atrás vi un vídeo en el que Gregg Braden hablaba de "Las cinco formas de orar" -que lo voy a subir próximamente-. Él contaba que la quinta forma de orar era una que había conocido en una experiencia en un país asiático y lo había dejado sorprendido, ya que ésta traía buenos resultados. La oración no consistía en pedirle a su Dios que llueva (por ejemplo), si no más bien en concentrarse y 'conectarse' con él, sintiendo la lluvia, la humedad de la tierra, el viento, su deseo. Su fundamento era que, si pedíamos algo es porque no lo teníamos, entonces no llegaba; la idea era LA PERCEPCIÓN, es decir, percibir que lo teníamos. Además, decía que este sentimiento de armonía, de 'buenas vibras', se podía transmitir al resto de la población, y de una manera mágica, todo mejoraba; y que se necesitaban pocas personas con 'buenas vibras' para transmitírselo a un número elevado de la población.

En fin, atando cabos sueltos, la idea es que yo siempre fui -y soy- de una personalidad bastante particular, dura, de 'firmes principios' -un poco 'a la antigua' en algunos casos-, justiciero, idealista, pero con muchas ganas de imponerlo en los otros, de ver que sea para todos iguales, de que las cosas se hagan como se tienen que hacer, de parar con las 'injusticias' que ya son comunes en esta sociedad moderna, de QUERER  HACER EL BIEN y TRANSMITIRLO EN LOS DEMÁS; pero es como que nunca lo conseguí en un 100%, o sea, mis principios siguen intactos, pero ya entendí que no todos van a ser como yo, ni los voy a forzar a un cambio, ni voy a lograr que lo aprendan, simplemente porque les quiero hacer ver que es mejor. En este último tiempo, hice un cambio en mi, le busqué la vuelta, cambié algunas formas de actuar, y de pensar el modo de transmitir las cosas, me dediqué más a mi, me preocupé más por mis deberes, y la verdad es que, me hizo mucho mejor, ME SIENTO MEJOR, y veo que ese cambio en mi, esa armonía conmigo mismo, esa paz interior, se transmite a los demás, o, por lo menos, yo lo percibo de esa manera. Y ahí es donde está el cambio.

El cambio que nunca quise admitir.

Hoy, me rindo,
prescindo de fuerzas, de amor.
Ya no tengo la certeza
de poder soportar el dolor.

Insisto, hoy desisto.

Desisto del amor que llega de improvisto,
de esa cosquilla en la panza,
ya no hay esperanzas,
ya no hay ilusiones,
el amor sólo está en las canciones.

Te anuncio, hoy renuncio.

Renuncio a caminar de la mano,
a pasear por la plaza,
hoy, hoy me quedo en mi casa,
aceptando que creer en ti fue en vano.

Estaba enamorado de la idea de estar enamorado,
y hoy, lejos de sentirme derrotado,
me miro al espejo y veo en mi
el cambio que nunca quise admitir.

Cambio.

Quise cambiar al mundo, y nada cambió.

Cambié yo, y cambió todo.

Ni un segundo.

Sin ti,
se han ido tantas cosas en mi vida,
no es nada ya como lo conocía,
cambió la vida entera de color.

Se fue,
la huella que dejabas con tus dedos,
se fueron los altares y los credos,
las reglas que inventaste con tu amor.

Y no pienses ni un segundo
en regresar por el camino que te vio partir,
porque sin ti, porque sin ti...

No queda nada del dolor que me causaba
mendigarte por un beso.
Volví a encontrar la libertad que se escapó
de mi corazón que estaba preso.
Se disipó la oscuridad en mi interior
y ahora veo que tu amor no era amor,
tal vez te duela,
pero desde que te fuiste,
me siento mucho mejor.

Sin ti,
ha vuelto a entrar la luz por la ventana,
he vuelto a sonreír por las mañanas
sin miedo a que alguien me diga que no.

Tal vez te duela,
pero desde que te fuiste,
me siento mucho mejor.