Sin ti, soy yo.

Llevo bastante tiempo buscando la chica "ideal" según mis pensamientos, y ya la encontré. Cuando la describía -antes de conocerla- decía que tenía que ser buena mina, bonita, simpática, fiel, que tenga buen cuerpo, que le guste estar conmigo y compartir, que le guste mucho el sexo -jajaja-, que esté en mi entorno, que estudie algo parecido -así iba a entenderme cuando ando a mil-, etc, etc, etc. Esas y varias cosas por el estilo son las que yo siempre pedía o buscaba en una chica, hasta que, sin querer, la encontré. ¡Yo no lo podía creer! Tantas coincidencia, tan igual a mi que era, tan lindo que parecía todo, tan bien que venía, pero.. Claro, siempre hay un PERO. Pero.. ¡Qué raro que fue! ¡Por el amor de Dios! No sé si es que será tan cierto que dicen que la satisfacción es la muerte, pero.. Estaba tan contento, tan lleno, tan satisfecho, que ¡me cansé! Exactamente. Me cansé en seguida. No sé si será porque no se dio que me enganche con ella, o había alguna particularidad -su extremada infantilidad- que me molestaba, pero me cansé demasiado rápido y ya no quería saber más nada. Y ahora sí, tengo que reconocerlo, estoy en serios problemas porque acabo de fracasar con lo que a mi me gusta -o por lo menos creía que me gustaba-.

Mirando un poco esta situación desde otro punto de vista, me sirve para analizar algunas cosas buenas y/o malas y tenerlas en cuenta. Por ejemplo, darme cuenta de que, si ella era tan igual a mi, puede ser ese el motivo por el cual yo fallé en mis otras relaciones -aunque no creo que sea tan así-; no obstante, voy a tenerlo en cuenta y pensar más en lo que hago cuando creo que lo estoy haciendo bien.
Por otro lado, en este último año maduré un poco más en las relaciones amorosas y me di cuenta de que nadie es indispensable para mi vida -o por lo menos en esta etapa, en la adolescencia-, nadie, y siempre se puede encontrar a alguien para estar relativamente bien. Además, yo siempre estuve convencido de que la otra persona me brindaba tantas cosas, de que "lo era todo", y cambiaba mucho mi forma de ser mientras estaba en pareja, y eso evidentemente no era bueno porque me conocían de una forma y yo después cambiaba y ahí lo arruinaba todo. Lo que pasa es que en un 99% de los casos, uno no se enamora de la otra persona, si no de la idea que tiene de la otra persona y de cómo se ve uno con esa persona al lado; y ahí es donde se comete el error. 

Por eso hoy me doy cuenta de que aprendí y de que siempre debo ser yo; porque si yo era feliz y vos te enamoraste de mi, debo seguir siendo yo para seguir contagiándote mi felicidad, porque después de todo, cuando estaba sin tí, era yo... Porque sin ti, soy yo.

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