Desde adentro.

Si bien es cierto que soy muy ordenado,
me encanta estar despeinado,
con los pelos parados,
bien desprolijo,
pero sólo cuando yo lo elijo.

Soy demasiado estructurado,
me exijo mucho,
soy cerrado,
a tal punto que a veces no escucho,
la opinión del que tengo al lado.

Amante de los problemas y sus soluciones,
vivo buscando una salida,
rescatando frases de canciones,
para darle consejos a mis amigas.

Simpático, un poco loco, idealista.
Todo lo que toco, lo hago con mi punto de vista,
con mis ganas de verle el lado positivo,
de demostrar que siempre vale la pena estar vivo.

Me detengo en mi centro,
me miro desde adentro.
Intento detener el sismo que me sacude,
disminuyo el ritmo que nunca pude,
y trato de conocerme a mí mismo.

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