Hace tiempo que vengo sufriendo problemas de ansiedad, crisis, ataques y mucho malestar. Días atrás, un amigo me envió un texto en el cual la ansiedad le habla al lector. La verdad es que me ayudó mucho y se los comparto a continuación.
La fiesta
[...] Había buen vino. Sentados en rueda, los amigos compartíamos el vino y los camarones y la mar que se abría, libre y luminosa, a nuestros pies.
Mientras ocurría, esa alegría estaba siendo ya recordada por la memoria y soñada por el sueño. Ella no iba a terminarse nunca, y nosotros tampoco, porque somos todos mortales hasta el primero beso y el segundo vaso, y eso lo sabe cualquiera, por poco que sepa.
Eduardo Galeano
Profesión de fe
Sí, sí, por lastimado y jodido que uno esté, siempre puede uno encontrar contemporáneos en cualquier lugar del tiempo y compatriotas en cualquier lugar del mundo. Y cada vez que eso ocurre, y mientras eso dura, uno tiene la suerte de sentir que es algo en la infinita soledad del universo: algo más que una ridícula mota de polvo, algo más que un fugaz momentito.
Eduardo Galeano
Muerto de miedo
Confieso mi terror al deterioro,
al cáncer, al olvido, a la vejez,
duelos que se maquillan por decoro,
dicen que por la boca muere el pez.
Me flaquean las piernas frente al toro
de la yihad y aunque, más de una vez,
he presumido de bajarme al moro,
me declaro culpable, señor juez.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)