Momento de liberación.

Acabo de tener un momento que quiero compartir, aunque dudo que sea capaz de explicarlo. Fue un momento en el que no había obligaciones, no importaba qué estaba pasando, no había pensamientos aterradores, mi mente no hacía ruido. No importaba el clima, si me habían pagado el sueldo o no, si mi chica no me escribía o no me respondía los "te quiero", si mi familia me avisaba que no venía para mi cumpleaños. No importaba, siquiera, si me salían las palabras para describirlo. No importaba nada. De repente, todo se había ido. Sólo me bastaron tres minutos de una canción y mirar las nubes de este día gris para poder sonreír y sentirme como un tonto, porque me reía de nada. Fue un momento de liberación. Sí, durante poco más de tres minutos, fui libre.

El grito en el cielo.

¿Quién me manda a mi
a ser el que siempre rompe el hielo,
a poner este grito en el cielo,
a aceptar tus 'no' cuando quiero tus 'sí'?

¿Quién me manda a mi
a ser el primero 
en decir 'te quiero'
sabiendo que no viene el 'yo también',
queriendo gatillarme en la sien?